Ser árbitro: más pros que contras… también en Canadá
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Uno de los mejores caminos para conocer el fútbol es siendo árbitro. “Tú puedes aprender mucho siendo árbitro”; comenta Marc Bowley, presidente de la Asociación de Árbitros de Vancouver.
Los jugadores de fútbol pueden empezar a arbitrar a los 12 años. “Esto los hace mejores jugadores, porque ellos consiguen entender las Reglas de Juego”, dice Bowley.
Pero uno de los principales problemas, tanto para jóvenes árbitros como para los adultos es el abuso. “No sólo estamos hablando del abuso físico. El acoso verbal que los árbitros llevan encima es inaceptable”, dice Bowley. “Los padres están continuamente gritándole a los árbitros”.
Esto es especialmente duro en los árbitros jóvenes. “El abuso que los niños sufren no es correcto”, dice Bowley. “Es como un shock”.
El año pasado, un niño de 14 años, fue agredido por un hincha en el primer partido que arbitraba. Afortunadamente, el chaval estaba bien enseñado y aún sigue arbitrando a dí de hoy.
En 2012, en la B.C. Soccer (Asociación Canadiense de Fútbol) se registraron aproximadamente 25 incidentes, que van desde la violencia verbal hasta agresiones físicas. “Esto no es sólo negativo para el árbitro, también es malo para el juego”, afirma el director de la B.C. Soccer, Paul Mullen.
No todos los casos son reportados a la B.C. Soccer. Aunque todos los árbitros son preparados para convivir con ello, esto puede ser doblemente difícil con los jóvenes. “Ellos son responsables y son muy respetuosos con los adultos”, dice Bowley. “Es terrible que tengan que decirle a una persona mayor: `¿Podría usted parar, por favor?´”. “Tenemos que pensar que son niños de 12 o 13 años”, recuerda.
“Siempre les digo a los árbitros que si tienen un enfrentamiento con alguien sobre algo siempre diga por favor y gracias y que no griten”. “Les indicamos que eviten la confrontación y, llegado el caso, que abandonen el partido”.
Pero los pros de ser árbitro “pesan mucho más que los contras”, asegura Mullen, algo con lo que Bowley está de acuerdo.
“Muchas cosas que ellos aprenden mientras se forman como árbitros les ayuda más tarde en su vida”, afirma Bowley. “Ellos aprenden disciplina, juego limpio y como relacionarse con otra gente”.
La B.C. Soccer y la Asociación de Árbitros de Vancouver continúan intentando que jugadores, entrenadores y padres mejoren en el respeto a los árbitros.
“No importa la edad del árbitro, da igual 14 que 50. Sin él, no tendríamos partidos”, comenta Bowley. “Hay que dejarles hacer su trabajo, porque lo están preparados para ello, aunque sean jóvenes”.
Podéis leer el artículo completo (en inglés) en: www.theprovince.com